Dentro de ti y una foto viral


Sí, podría tratarse del título de la nueva trilogía erótica que intenta aprovechar la ola de calor para calentarnos más y alcanzar el título de bestseller. Pero mientras maduro esa idea – en principio descartada – voy a quedarme con el sentido más figurativo de la expresión.

De momento, con el título es probable que haya conseguido atraer tu atención, y ahora que ya te he dicho que no pienso hablarte de erotismo, espero que te quedes conmigo compartiendo las próximas 931 palabras.

A finales del año pasado iba en el coche con mi Bicho – si has leído ya mi libro (Un poto, dos niñas y un blog) sabrás quién es y si no te aclaro que mis Bicho y Bichito son mis hijas, las que me dan y me quitan la vida, en ocasiones, incluso varias veces al día. El caso es que mientras iba cambiando de emisora, en busca de una melodía de esas con las que me gusta desgañitarme mientras mis bichos se mean de la risa y aprenden a disfrutar de lo bueno que es hacer el payaso, me quedé atónita formando parte del siguiente diálogo con una niña de seis años, mi Bicho:

Bicho (B): ¿Mami, al final La Pantoja va a ir a la cárcel?

Mami Perpleja (MP): Sí, hija. ¿Pero tú sabes quién es La Pantoja?

B: Es una señora que ha salido en la televisión, en el programa de la Tia Carmen.

(Aclararé que la Tía Carmen no es mi hermana y tía de mi Bicho, sino mi tía. Aunque ambas comparten nombre, la segunda no es seguidora de la tonadillera ni de Sálvame y responde al título de Mayca).

MP: Pues sí cariño, al final va a la cárcel.

B: ¡Pues qué pena, mami!

MSP (Mami Súper Perpleja): Bueno, es que la gente, cuando hace cosas muy malas, como robar, va a la cárcel…(tampoco era plan de entrar en detalle…)

B: Ya mami, pero ella estará muy triste, y su hija también. Porque tiene una hija, ¿sabes mamá? – como para no saberlo, pensé yo. Y si su mamá se va a la cárcel no van a poder darse besos y abrazos durante mucho tiempo. Y eso es muy triste mamá.

MSP: Tienes razón cariño, es muy triste…

Y ahí quedó la cosa. Una madre súper perpleja – y te diría que casi indignada porque mi Bicho conociese a La Pantoja y sus líos – y una niña intentando digerir el sentimiento de tristeza que estaba teniendo al pensar cómo se sentirían Chabelita y Pantoja sin los abrazos y besos de una a la otra.

Mi Bicho, desde su inocencia, pero muy inteligentemente, supo llamar mi atención utilizando un recurso, La Pantoja, que me dejó atónita para darme toda una lección de empatía.image1

Estoy casi segura de que tú también sabes lo que es empatía: la capacidad de percibir lo que el otro está sintiendo; el saber ponerse en el pellejo del otro; el meterse en los zapatos del otro…Pero una cosa es que sepamos lo que es y otra muy diferente es que la practiquemos.

Profesionalmente, son muchas las ocasiones en las que he oído hablar y he hablado de empatía, y sé que es un recurso, o mejor dicho, una virtud, que cuando es trabajada, aporta muchísimo. La empatía me aporta el saber entender las reacciones de la gente, me aporta facilidad para perdonar, me ayuda a abrirme a los demás, me ayuda a ser solidaria…me ayuda a estar, como decía en el titular, Dentro de ti. Pero no sólo me ayuda a estar dentro de ti para entender cómo te puedes sentir, sino que también me ayuda a conocer tus preferencias de comportamiento.

George Bernard Shaw, escritor irlandés y Premio Nobel de literatura en 1925 lo dijo muy clarito con una frase que me encanta y me acompaña desde hace mucho tiempo: “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti – ellos podrían tener gustos diferentes”. Así la empatía no se limita a ponerse en el lugar del otro para entender sus sentimientos y punto de vista, sino que trasciende en descubrir sus preferencias.

El caso es que leemos y releemos la palabra empatía montones de veces, somos conocedores del poder que tiene, pero no siempre la ponemos en práctica. Yo te digo que si te comprometes y te esfuerzas en trabajarla, es fácil que te enganches a ella.

No se trata de que pierdas tu personalidad para actuar como a otros les gustaría. Se trata de comprender cómo es el otro, con sus virtudes, sus defectos, sus acciones y sus reacciones.

Esta entrada me la ha inspirado una foto viral que está recorriendo el mundo a través de las redes sociales y la historia que hay detrás de ella. Se trata de la historia de un agente de policía de Colorado, Nick Struck. En la imagen, que comparto contigo en este post, puedes ver cómo el agente sostiene en brazos a una niña de dos años que sobrevivió a un accidente de tráfico en el que murió su padre. La cogió en brazos y se colocó de espaldas al siniestro mientras cantaba canciones para que no se asustara. El padre de la pequeña había muerto. El policía, en el video que acompaña a la imagen – si no entiendes inglés activa los subtítulos en youtube, eligiendo la opción de traducirlos al castellano en la rueda de herramientas – dice que sólo hizo lo que le gustaría que hicieran con su hija si la víctima fuera él; pura empatía…

No cómo La Pantoja, pero sí como Nick Struck, seamos empáticos. Empecemos por observarnos. Dedícate unos minutos a pensar cómo eres de empático, piensa en cuándo fue la última vez que fuiste consciente de que estabas poniéndote los zapatos del otro, sintiendo cómo se camina desde su perspectiva.

Es buena costumbre crearte un ritual, al acostarte, en el que pienses en tres cosas por las que estés agradecido al final del día, visionar un día positivo para cuando vuelvas a abrir los ojos y por qué no, también pensar en lo empático que has sido. Ser consciente de ello ya es un paso.

Nick Struck

2 comentarios en “Dentro de ti y una foto viral

  1. Nadia dijo:

    Y Natalia, a colación de tu reflexión y tu trabajo, crees que ha de ser empatico quien trabaja en los RRHH de una empresa??. El otro día mi técnico me dijo que no debía ser esta una cualidad del departamento de RRHH porque le llevaría a no ser profesional… Y sufrir con algunas decisiones que se toman….Y yo no término de estar de acuerdo. Como lo ves tu?. Un abrazo.

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    • Dame media hora y yo viviré una experiencia. dijo:

      Pues sufrir, se sufre, pero cuando trabajas en RRHH no te queda otra que intentar ser lo más empático posible. Sólo si eres capaz de ponerte en el pellejo del otro podrás conseguir un buen clima laboral y llevar a cabo una correcta comunicación, entre otras cosas. Lo que también es cierto es que no sólo los de RRHH debemos ser empáticos, sino todos, y más aún aquellos que estén a cargo de gestionar un equipo de personas. Como digo en el post, ser empático no es perder la personalidad, sino entender al otro para tratarlo de la mejor manera posible.

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