FELIZ 8 DE MARZO, MUJERES.

Nadie me dijo que esto fuera a ser fácil pero no cambiaría ni una de mis decisiones.

¿Que si pienso que por ser mujer he tenido que demostrar más cosas que cualquier hombre? ABSOLUTAMENTE.

¿Que si pienso que los hombres lo han tenido más fácil que nosotras para desarrollarse profesionalmente? ABSOLUTAMENTE.

¿Que si pienso que por norma general es la mujer la que asume más responsabilidades entre cargas laborales y familiares? ABSOLUTAMENTE.

¿Que si pienso que el sexo débil es el masculino? ABSOLUTAMENTE.     

¿Que si pienso que se debe seguir luchando por los derechos de la mujer? ABSOLUTAMENTE.

¿Que si soy defensora de que se celebre el día de la mujer? ABSOLUTAMENTE.

Soy una defensora de la meritocracia, pero ojo, que a nadie se le ocurra quitarnos el mérito que tenemos las mujeres por llegar hasta donde hemos llegado y sobre todo, por querer seguir haciendo ruido para llegar aún más lejos.

Se me revuelven las tripas y muero de asco cuando miro hacia ciertas culturas que aún tratan a las mujeres como objetos sin derecho a nada; o cuando oigo cómo puteros de mierda se siguen beneficiando de los servicios de mujeres que han sido obligadas a prostituirse a través de redes de tráfico de mujeres; morí de asco cuando ayer escuché en la radio un testimonio sobre unas hermanas que fueron engañadas por su padre para volver a su país, donde otros hombres, entre ellos sus hermanos, acabaron con sus vidas; y morí también de asco cuando escuché cómo otros padres llevaron a su hija a no recuerdo qué país para realizarle la ablación…¿En qué país o qué culturas el hombre ha vivido situaciones similares? ¿Existe la igualdad?…¡Y una mierda!

No podemos conformarnos, no mientras estas cosas sigan pasando.

No dejaré de empoderar a mis hijas para que se sientan capaces de hacer cualquier cosa que se propongan, de hacerse valer y respetar y hoy especialmente, día internacional de la mujer se lo recordaré con más ímpetu todavía.

Que vean que todo empieza desde la educación que se le da a niños y niñas, desde lo que viven en el colegio hasta lo que ven en casa. Que entiendan que en casa las responsabilidades tienen que ser compartidas. Y que aprendan a sólo tirar la toalla cuando a ellas les de la real gana y no por las barreras que los demás pondrán en su camino.

FELIZ DÍA DE LA MUJER A TODAS, en femenino.

Las notas de junio

Qué buenos recuerdos tengo de aquellos días de junio en los que nos llevabas a recoger las notas.

Había un poco de todo, como en capilla. Quienes aprobábamos todo y quienes suspendían aun habiéndose esforzado o quien lo hacía por no esforzarse lo suficiente. Salíamos del colegio generalmente en silencio, sin celebrar mucho ni lamentar demasiado…silencio.

Y de repente se producía la magia. La que sólo tú sabes hacer…Al final siempre volvíamos a casa con un grato recuerdo, una buena comilona, nuestros libros de Vacaciones Santillana y algún juego para la piscina…

¿¿¿Cuántas reuniones con profesores, cuántos viajes a Fabián a por cosas para el colegio, cuántas actividades extraescolares, cuántos tupperes de comida calentita nos habrás preparado???

Hoy miro las notas de mis hijas y de nuevo me siento identificada contigo. Creo que nunca te he dado las gracias lo suficiente por ese esfuerzo madre, un gran esfuerzo físico pero sobre todo mental. Siempre pendiente de compartir con cada uno el mensaje que necesitábamos oír, celebrando nuestros éxitos y apoyándonos en nuestras caídas. Gracias por meterme en un avión la primera vez con 12 años para empujarme a aprender inglés, gracias por ser mi paño de lágrimas cuando venía a casa con mis -3 en trigonometría y animarme a no tirar la toalla hasta terminar sacando un 8 en el examen de final de curso; gracias por no ponerme trabas cuando te propuse irme a Japón con la beca del ICEX ni cuando finalmente me fui a Francia sola para terminar de aprender francés…¡Tengo tanto que agradecerte! Gracias por enseñarme a volar mientras en el colegio me enseñaban otras cosas.

Ahora me toca a mi enseñarlas a volar a ellas. De momento con las notas vamos bien…¡enhorabuena bichos míos! A disfrutar del verano pero sin bajar la guardia (como me decía la abuela…).

Lista de la compra y flexibilidad

Mercado-o-na, mercadooona!

Seguro que la sonata con la que leer el inicio del post te ha venido a la cabeza sin pensarlo; salvo que me leas desde fuera de España, claro, que se que alguno hay…😉

Últimamente ir a hacer la compra al Mercadona – no sólo compro ahí, pero sí es donde más voy – se ha convertido en uno de mis planes “mentox” favoritos –  entiéndase por «mentox» no los famosos caramelos cuyo nombre termina en «s», sino detoxificación mental, que si no existe el término, tengo que decir que creo que me ha quedado de lo más molón… Podría decir que me gusta sentarme a meditar o dar un paseo por la naturaleza, pero nada de eso me detoxifica más la mente que ir a hacer la compra tranquila o cocinar sin nadie alrededor!

Cuando voy a hacer la compra, procuro llevar mis auriculares a mano en el bolso y no hay cosa que motive más mi paz mental que llegar al parking del Mercadona y meterme a comprar con mi música favorita del momento, sin prisa…Eso sí, intento no llenar el carro hasta reventar, porque cuando lo hago, se me va el plan al garete por el estrés que me produce llegar a la caja e intentar vaciar carro/llenar bolsas, lo más rápido posible, como si no hubiera un mañana y como si de una competición se tratase…Así que ¡el carrito con lo justo para llegar a casa motivada y no de bajona!

Y cuando la compra que hago es la justa como para coger lo que necesito y cotillear los carteles de “novedades” de cada pasillo para que ver qué me llevo de nuevas a casa….ay ese momento, cómo lo disfruto!!! Es como estar dentro de una fábrica de inventos y bucear para encontrar las nuevas creaciones que yo necesitaba en mi vida sin saberlo y que el tito Juan se ha encargado de ponerlos a la altura de mis ojos y al alcance de mi bolsillo: edamame, piña deshidratada, yogur proteico, el mix de cereales 0% y los nuevos de avena que pillé la semana pasada…Podría seguir escribiendo una lista interminable de novedades, pero voy a dejar que tu subconsciente te recuerde tooodos los descubrimientos que también han ido llegando a tu cesta de la compra semanal.

Los nutricionistas y expertos varios recomiendan no sólo ir a hacer la compra con el estómago lleno y una lista con los productos que necesitas, sino que además aconsejan que no te salgas de lo que has puesto en la lista…Pero, y los psicólogos? Qué piensan de eso??? A mi ir con una lista de la compra cerrada me estresa y me hace sentir mal cuando empiezo a añadir mis nuevas “novedades” al carro!!!

Supongo que como todo en la vida, el secreto está en la flexibilidad. Ser flexible cuando estás cuidando tu dieta; ser flexible cuando entrenas; ser flexible cuando estás leyendo un libro que no te engancha…Y por supuesto, ser flexible con lo que llevas apuntado en la lista de la compra; porque, cuando aceptas ser flexible contigo misma, es cuando te das cuenta de que eres muy capaz de disfrutar durante todo el proceso.

Sigue con tus hábitos, cumple tus rutinas y comprométete con tus objetivos, pero no olvides que el éxito está en disfrutar del camino y para ello, hazte la concesión de ser flexible.

Mi Covi-vuelta al cole

Venga por delante que no pretendo herir sensibilidades con lo que aquí yo escriba, que con un tema tan delicado y tanta cabeza pensante, opiniones habrá para todos los gustos y de todos los colores. Aun así intentaré sólo hablar de mi libro, que yo mis sentimientos necesito expresarlos y mejor que hablando lo hago escribiendo.

El miércoles mis Bichos vuelven al cole…¡¡¡por fin!!! No puedo decir si ellas lo necesitan o no, pero lo que viene siendo su madre ya os adelanto que lo necesita tanto como respirar. Y llámenme happy-flower, ilusa o positiva, pero espero que lo hagan sin interrupciones ni confinamientos varios.

Después de intensos meses…qué digo intensos, intensosisisisisimos, necesito volver a encarrilar rutinas, disciplinas y doctrinas.

Durante los pasados meses de crianza he pasado por todo tipo de fases.

Tras unas primeras semanas de “mientras vemos qué pasa, no pasa nada”, dándonos un respiro educativo, pasamos a la fase de “esto va para largo”. Así que en ese momento, hice todo lo posible por tomármelo en serio mientras pasaba unas 12 horas diarias delante de mi ordenador y no tocándome la flor precisamente: respetamos horarios escolares, controlamos horas delante de las tablets después de la clase, las involucramos en las tareas domésticas y preparaba menús varios para garantizar una equilibrada ingesta de nutrientes. Después llegaron las vacaciones de Semana Santa y la cosa volvió  a la fase uno de descontrol temporal. A las dos semanas volvieron a sus conexiones virtuales diarias, pero aquello ya se nos hacía un poco largo. Aun así, a ritmo de “Resistiré”, volvimos a encauzar un poco el tema, aunque mi nivel de atención ya empezaba a decaer: total, si ya en junio no creo que vuelvan; nada, aquí ya está todo el pescado vendido…Las noches de “cena libre” iban creciendo y yo cada vez preguntaba menos sobre el temario visto en las clases…Y llegó el final del curso y con él mi declive total.

Del «Resistiré» del Dúo Dinámico y a pasos agigantados, he llegado al «Ya no puedo más» de Nino Bravo. Atrás quedaron mis menús semanales con verduras, legumbres, carnes, pescados y azúcares controlados; los Bichos directamente vienen y me dicen cada día: mamá, hoy cena libre, ¿verdad? (ellas encantadas, por supuesto). Ya no recuerdo ni el día en que dejé de contabilizar las horas que pasan delante del Ipad hablando con las amigas, ni sé cómo lo harán para dormirse el martes a una hora decente para madrugar el miércoles…He llegado a una fase de supervivencia total: me centro en que tengan comida en la nevera y hacer un poco de madre preguntándoles por la mañana si se han lavado los dientes después de desayunar…Nino, yo sí que Ya no puedo más.

Necesito rutina, orden y volver a tener la conciencia tranquila con eso de intentar ser buena madre.

Así que, a quien corresponda, hagan lo que tengan que hacer para que no vuelva a pasar por todo esto otra vez.

Céntrense en lo que tengan que centrarse, que yo también necesito hacerlo.

De momento, tengo que reconocer que he vuelvo a vivir la experiencia de sentir mariposas revoloteando en el estómago cada vez que recibo un email del colegio con la actualización del protocolo COVID-19 o el material con el que tienen que ir el miércoles al cole…¡Qué sensación tan bonita la de esas mariposas!

Mi Bicho se hace mayor

No sé por qué me siento tan emocionada…Supongo que la visita del mes, que está a punto de llegar, también tendrá algo que ver, pero es que te miro y se me saltan las lágrimas igual que hace 12 años, cuando te vi la cara por primera vez.

Tardaste más de 48 horas en decir aquí estoy yo…qué dos noches de contracciones me hiciste pasar antes de que consiguiera que me enchufaran la epidural, amiga…

12 añitos y ya mil batallas juntas…

Sabes lo que más me gusta de ti? Tu personalidad…eres la que siembra paz cuando alrededor hay turbulencias, ganas tus batallas con tu perseverancia, no tienes ninguna maldad y desprendes luz, cariño, mucha luz.

Muchas veces me preguntas que cuál es tu talento…Yo no te contesto porque quiero que lo descubras por ti misma. Pero sí te voy a decir que admiro tu inquietud y curiosidad, aunque sólo sea para decirme por qué las cebras tienen rayas…Admiro tu capacidad para gestionar el conflicto; aunque sepas que tienes razón, ya sabes ver qué batallas te interesa ganar y cuáles no te importa perder y tienes la habilidad de buscar, siempre que puedes, una solución en la que las dos partes salgan ganando (eso en el mundo de los negocios se llama win-win, Bicho). Admiro tu bondad, eres generosa y resiliente…Y además tengo la suerte de que todas estas virtudes y muchas más las recuerdo, aprendiendo de ti, con solo mirarte a los ojos…

Ayer, sin tú darte cuenta, se me saltaron las lágrimas en el coche cuando me dijiste que te encantaba esta edad porque sentías que estábamos muy unidas…Y siempre lo estaremos, Bicho, incluso en tus momentos adolescentes más perturbadores, en las peores de nuestras peleas y en los mayores desencuentros.

Dicen que los 50 son los nuevos 40, y que los 40 son los nuevos 30…Mucho me temo que los 12 son los nuevos 15, pero no me preocupa. Estás preparada para seguir creciendo, para asumir que pronto se te llenará la cara de granos, para empezar a tomar decisiones y equivocarte, para aprender de tus errores y para tropezar con la misma piedra un montón de veces…Y así harás callo, Bicho.

¿Y sabes qué? Mamá a sus taitantos sigue tropezando y sigue tomando decisiones equivocadas, pero hasta en esos momentos, tu compañía es una de las cosas que más le reconforta.

Hoy quiero dejarte estas palabras por aquí porque tengo la necesidad de gritar cuánto te quiero y de decirte que por ti, todo vale la pena.

Me haces muy feliz, Martina.

Gracias por pelarme hoy las patatas para la comida…;)

Sí pero no, no pero sí.

¿Cuántas semanas tienen que pasar hasta que se te cierran los agujeros de las orejas? Creo que esta es la cuarta semana que no llevo pendientes y empieza a preocuparme que se me cierren los agujeros…o bueno no, en realidad es algo que no me preocupa, más bien me da igual.

También me da igual llevar el pelo liso como una tabla y no pasarme 15 minutos todos los días dándole forma para lucir algo de volumen en la melena. También me da igual mi fondo de armario. En realidad, los básicos se han reducido a 3 mallas de andar por casa, alguna camiseta y un par de chaquetas. Eso sí, para trabajar sustituyo camiseta por camisa, por eso de estar más mona delante de la videocámara, porque no nos vamos a engañar, todas la utilizamos un poco como espejo para tener una idea de cómo nos va a ver quien se encuentre al otro lado de la cámara…

Me da igual no haber puesto hoy la lavadora – al final he tenido que comprar otra, así que lo poco que había ahorrado de gasto el mes pasado, ya me lo he liquidado, y eso no me da igual, las cosas como son. En cambio, no pasa nada por no haberla puesto a funcionar, pues no hay nada que tenga que estar limpio para mañana, porque mañana podremos estar vestidos con cualquier cosa…

Hoy está siendo un día jodido. Tendría que estar escuchando la llamada de mis padres avisando de que ya estaban llegando a la casa de la playa y haciendo la bolsa para unirme a ellos mañana. Tendría que estar pensando en las torrijas que la Paca nos habría mandado con madre para estos días. Tendría que estar feliz porque llegan las vacaciones de Semana Santa y me esperarían dos semanitas por delante para no tener que ir corriendo por las mañanas detrás de las niñas como pollo sin cabeza para llegar a tiempo al cole y a la oficina.

Egg-hunt is coming

Pero no, estoy aún delante del ordenador, las niñas han terminado el cole, comenzado sus vacaciones y durante las dos próximas semanas tendrán que ver cómo ocupar tantas horas del día, hasta ahora muy bien ocupadas por el cole…y mis padres están confinados a cientos de kilómetros de mi. Y del trabajo, ¿para qué vamos a hablar?, presiones, preocupaciones,…

Total, que mi estado de felicidad ahora mismo está en -7… Y ¿qué se puede hacer para mejorar la cosa? Pues ahí va mi receta:

  1. Apagar el ordenador
  2. Mandar a la mierda todos los malos pensamientos que hay dando vueltas por mi cabeza.
  3. Tomarme un café y si de mi dormitorio a la cocina se me antoja tomármelo con algún dulce, así lo haré y no quiero historias de que si es hambre emocional ni leches. A tomar viento el hambre emocional y todos los obsesionados por controlarlo.
  4. Voy a salir a que me dé el sol – eso sí, con mi protección solar SPF50- mientras me tomo el café.
  5. Voy a buscar la clase que mi Jenny habrá colgado hoy en youtube y me voy a poner a sudar como una loca con su Dance Fitness. Gracias @jennifer.dancefitness porque estás siendo mi fuga de escape estos días.
  6. Me voy a duchar y volverme a poner las mallas, o no, mejor me voy a poner ya el pijama
  7. Me voy a abrir una cerveza. Fin.

Sólo hay una manera de darle la vuelta al día cuando éste esté siendo malo y es cambiándolo tú. Así que cuando te toque, cuando estos días te de la bajo a, busca la manera de darle la vuelta a la tortilla y hazlo, porque nadie va a venir a hacerlo por ti.

Feliz finde y feliz encierro.

PD –¿ Te has dado cuenta de que este año nadie estará fardando de vacaciones mejores que las tuyas?…Por primera vez nos jodemos todos sin viajar! #YoMeQuedoEnCasaYTuTambien

Entre el Gym, el Ñam…y el Om

No tengo ninguna duda; no se ha terminado este nuestro confinamiento y yo ya tengo claro que lo mejor de todo cuando pase esta etapa, habrá sido pasar “esos días del mes”, es decir, la regla para quienes no sepan hilar fino, en casa. Tan a gusto con mis mallas, dejando que mi barriga se explaye todo lo que se tenga que explayar. Ahora me he dado cuenta del esfuerzo soberano que hace una cada mes, para que parezca que la vida sigue normal cuando tú estás hecha unos zorros…ni tan mal, oiga.

Otra de las cosas que me está encantando de estos días, es la buena relación que tenemos Dyson y yo. Me tiene L O C A. Está siempre preparado para un repasito por donde haga falta. Siempre encuentra la forma de satisfacer mis necesidades como sea: que hay pelusas, un aspirado a máxima potencia por el rincón, que me encuentro unas migas por el sofá, aspirado de tapizado; ¿polvo en el aparador? ¡pues aspirado de muebles, nena!

Hace un momento ni recordaba qué día de la semana era, porque sí, queridas bloggers, en casa hemos conseguido establecer una rutina dentro de este caos, pero tela con la rutina: Killer-trabajo, comidas, sacar al perro, poner lavavajillas, salir a hacer la colada (sí, uno de mis retos de confinamiento está siendo el de aprender a vivir sin lavadora), comprar, celebrar cumpleaños (con antojo de carbonara para cenar mami y fiesta de disfraces – claro que sí cariño), más lavavajillas, Cardio fitnees con Jenny después de trabajar y si puede ser a ver qué clase hay por por Instagram en streaming para hacer algo de fuerza también…O si no, Nat, sal a correr (como un hámster dando vueltas a la parcela), que hay que quemar esas cervecitas que te tomas bajo el lema de “porque yo lo valgo”…En fin, que aquí sigo confinada y confitada, o lo que es lo mismo, sobreviviendo entre el Gym y el Ñam…y ahora más que nunca el Om también.

Ya voy por mi sexto o séptimo día de meditación guiada…no sé si lo hago bien o lo hago mal, pero me sirve para decir que voy a meditar un rato, ponerme los casos, encerrarme en mi caparazón y desconectar…y si eso, dormirme de paso…Tengo que reconocerlo, es ponerme a meditar y caer grogui al instante. Creo que es porque me lo pongo por las noches y de ahí que no consiga pasar de la segunda o tercera respiración consciente. Pero digo yo que, si me duermo, es porque me relajo ¿no?, así que de algo me estará sirviendo.

En fin, que sí, que está bien que hagamos estos días lo posible por cuidarnos, mimarnos, limpiar armarios, leer 479 libros, hacer un MBA o aprender a tocar el piano…Pero también está bien quejarse y decir que todo esto es una puta mierda.

P.D. se ha vuelto a ir la Wifi

Confinamiento día 3 – Entre la risa y el llanto

Hoy he tenido ganas de convertirme en Bella Durmiente para lo que queda de mes; no sé qué será de mi en 3 o 4 días…Son las 4 de la tarde y creo que he oído la palabra “mami” 4.789 veces y la expresión “lo siento” unas 2.345. Intento trabajar, lo juro, pero mierda para el teletrabajo en estas condiciones. Tengo ansiedad y ganas de tomar el aperitivo #todoelrato.

Me levanté y saqué a pasear a Marlu, pero el pobre no pudo hacer sus necesidades hasta que yo no llevaba los 10.000 pasos. A las 8:30 ya estaba lista para empezar a trabajar, con la sorpresa de que mis bichos tenían que empezar con su cole virtual…Primer día de clase, nervios, excitación, más nervios, dudas, caída del sistema, snack en casa y toc-toc: mamá, que es mi hora de la comida y a las 14:40 tengo que estar en clase otra vez…Mamá, que estaba aún contestando mails, calienta el pollo y la crema de calabaza mientras termina de atender al técnico de la lavadora, que ha decidido estropearse en un momento muy oportuno.

El trabajo de concentración lo he dejado para la tarde, cuando yo declare el estado de alarma en casa y confine al personal con sus tablets a hacer lo que les de la gana con tal de no aparecer por mi amago de despacho…

Después intentaré atender a alguna de las 657 clases gimnásticas online, live y streaming que está publicando la gente y me pondré a limpiar, pues no sé qué pasa, pero cada vez que paso por la cocina, veo la pila llena de cacharros…

Pienso que necesito relajarme y que debería empezar a meditar o algo así, pero mierda pa tó! Esta tarde pondré música y a bailar como loca, que esta ansiedad la tengo que sacar de mi cuerpo como sea antes de que mañana a las 9 empiecen a lloverme de nuevo los mensajes de la plataforma del cole, los mamis, los losientos y las mismas historias de hoy, de ayer, de anteayer y de pasado mañana.

P.D. He vuelto a escribir

#confinamiento

¡Hola Julio!

SUMMER MOOD

A dos minutos de que suene el despertador para empezar mi escuela de verano, abro los ojos sin ser muy consciente de que es lunes, 1 de julio, no hay cole y empezamos los campus de verano…¡OMG! me levanto de la cama dando un salto porque anoche, pese a mi pronóstico de la semana anterior, no dejamos todas las mochilas tan organizadas como yo pretendía.

Ducha rápida para terminar de abrir el ojo y ubicarme; paseíto al cachorro, que ahora que parece que vamos cogiéndole el tranquillo a eso de no mear por toda la casa, no es plan de pasar del entrenamiento…Desayunos, snacks, tupper para la ofi y tupper fuera de la nevera para la comida de las niñas que, gracias a mi santa madre, tengo resuelta para toda la semana – bendita la hora en la que fui a Madrid a pasar el finde.

Antes de salir de casa un último repaso: protección, toallas, ropa de cambio, snacks, aguas – esta noche repasaremos las uñas de los pies…Cinco minutos después y tras las desesperaciones de última hora con que si no encuentro esto o lo otro, conseguimos salir en hora de casa. Llegamos a destino, misma hora, dos pabellones diferentes, suelto a una (luego me asomaré a ver qué tal se ha quedado) y acompaño a la otra. Saludos a las profesoras y carretera y manta dirección la oficina.

La mañana se me pasa volando y cuando menos me lo espero me está sonando la alarma que me indica que tengo que volver al coche, recoger a mis bichos, soltarlos en casa y volver a la oficina.

Vuelvo a ver sus caras, radiantes y encantadas con sus actividades. Van quitándose la palabra la una a la otra en el coche mientras yo escucho atenta todos sus comentarios a la vez que empiezo a relajarme pensando que el esfuerzo ha valido la pena.

Vuelvo a la oficina con la tranquilidad de que ya he superado el ecuador del día. Sólo queda seguir dándole a la tecla hasta la clase de crossfit. Después de casi echar el corazón por la boca tras los 75 burpees que cariñosamente el coach puso en la pizarra de hoy, entre otras gracias y tras recuperar un poco la compostura, me cambio de camiseta para, de camino a casa, pasar a comprar productos de primera necesidad que me permitan tomarme el resto de la semana con algo más de calma.

21:00, ya he descargado la compra. Me levanté con la pretensión de terminar el día con un baño nocturno, pero va a ser que no. Hoy cenas rapiditas y a descansar ¡Mañana será otro día!

Ya sólo queda aguantar el ritmo durante estas dos semanas que, con un poco de suerte, me ayudarán a perder algunos gramillos antes de llegar #muertamatá a mi desfase estival.

¡Welcome to the jungle!

El mundo de la ampolla

Habrá quien al leer el título de la entrada habrá pensado en el sufrimiento que nos van a dar las ampollas de los pies ahora que llega la época de la chancla y del adiós a los calcetines.

Podría hablar sobre ello, pero no, me refiero al mundo de la ampolla cosmética, esa nueva aliada de belleza que en minidosis de 1,5ml promete devolverle a nuestro rostro una piel casi virgen, libre de imperfecciones…Si quieres una piel tersa, luminosa, fresca, hidratada y de tono unificado, ya sabes, no dudes en buscar tu ampolla, pero eso sí, no lo quieras todo a la vez porque para milagros… ¡a Lourdes!

Puedes comprar la revista de turno que saca su especial “Prepara tu rostro para el verano” y lanzarte a la aventura con sus propuestas. O puedes acercarte a un centro comercial e indagar por ti misma. Ahora bien, si tienes una amiga que te pueda asesorar y además conseguirte lo que necesitas sin volverte loca dando vueltas, mejor que mejor.

En esas estaba yo cuando empecé a acosar a Rocío a whatsapps para que me preparase un pedido después de ver las tropecientas chucherías cosméticas que estaba descubriendo a través de las stories de su perfil de Instagram…Rocío, que si mira como tengo la cara, que si en diciembre me hice el IPL y ahora, que se me ha acabado el serum que me dieron, no tengo claro que comprarme, que si no sé si lo que más necesito es hidratar o unificar…Total, que ella, tan pacientemente como siempre, supo dar con la tecla.

Y ahí estaba yo, con mi nueva chuche cosmética, que se había convertido en mi plan de acción de aquí a que el solazo murciano termine de decir aquí estoy yo, para quedarme y joderte bien las manchas de la cara que tanto intentas tapar y evitar…

Eran las 7 de la mañana, todos durmiendo menos una servidora, que disfruta de levantarse antes que nadie para tener un desayuno tranquilo mientras termina de amanecer. Dispuesta a ponerme mi dosis de ampolla diaria, me doy cuenta de que toca empezar ampolla nueva. Será una chorrada, pero eso ya me rompe los esquemas, pues tendré que robarle a mi desayuno placentero el par de minutos que tengo que utilizar para sacar la ampolla nueva, quitarle el capuchón a la antigua y ponérselo a esta para dosificarla mejor…Total, que empiezo a tirar del capuchón, que está más pegado que un chicle a la suela del zapato cuando lo pisas aún en caliente y ¡zas! Lo siguiente que veo es el lavabo empapado en sangre…

Puntos de aproximación y bien de gasa para que empape «at work by @pjhidalg «

Lo demás, os lo podéis imaginar: sacando al marido de la cama para que me ayude a tapar la herida, diez minutos más robados al desayuno, que ya no es todo lo tranquilo que me hubiera gustado y el líquido de la nueva ampolla desparramado por la encimera del baño porque al quedarme sin el capuchón en cuanto se vuelca un poco, adiós ampolla.

Así que con esas decido dejar la inauguración de la nueva ampolla para mañana y que sea lo que Dios quiera. Hoy presumiré de imperfecciones cutáneas y desayunaré acordándome del gran Manolo Escobar al son de “con la cara lavada y recién peiná…niña de mis amores que guapa estás”.

Eso sí, qué buena recomendación Rocío, nunca fallas. Seguiré atenta a tus Stories en Esayfarma, porque a novedades en cuanto a marcas y tratamientos no hay quien te gane por la zona.