Hoy he tenido un día bastante merder, la verdad. Afortunadamente nada del otro mundo, pero hay que ver cómo a lo largo de la jornada se le pueden ir tocando los farolillos a una para acabar hasta el moño, pensando en gritar eso de “si me queréis, ¡irse!”
Hay días y días claro está, pero hoy he tenido la suerte de que ha sido uno de esos en los que según venía la torta por la derecha conseguía esquivarla hasta que llegaba el intento de dármela por la izquierda. No, aún no he probado el boxeo, aunque puede que lo haga más pronto que tarde, pero es en los días como el de hoy en los que te das cuenta de que, si de verdad quieres, tú tienes el power de darle la vuelta a la tortilla todas las veces que quieras.
Por lo general, nos cuesta mucho relativizar. Unas veces porque simplemente no queremos y otras muchas porque entramos en bucle y como las lavadoras, nos pasamos el día con el tole tole en la cabeza, con el programa de centrifugado dándole bien de vueltas a todo.
Otras veces preferimos vivir en caliente y nos pasamos el día devolviendo pelotazos intentando defender un partido que, aunque sólo sea por el desgaste emocional que conlleva, sabemos que vamos a perder.
A mí me pasa que unas veces no relativizo y otras me caliento y me paso el día disparando perdigones con la escopeta de feria. Pero por suerte, otros consigo agarrarme a algo que me mantiene onfire, esquivando con una sonrisa malas caras, golpes bajos y algún que otro comentario desavenido…Como hoy!
Hoy me he agarrado a la música de La Bien Querida, que con su voz y sus ritmos ha conseguido que me mantenga relajada y ayudándome a relativizar. Porque efectivamente, y aunque suene muy tópico, una ve las cosas del color que las quiera ver. Y si no hubiera sido por esa música de fondo que me ha acompañado durante los ratos que he pasado sentada en mi escritorio, hoy tengo claro que habría ido andando por ahí con una cara de perra que “ni pa qué”. Y ya, sentarme a escribir un ratillo antes de cerrar el ojo, ha terminado de dejarme como nueva para meterme en el sobre y levantarme mañana a tope de power otra vez.
Así que ya sabes, la próxima vez que el día empiece a torcerse dale al Play y encuentra esa cancioncilla que te ayudará a esquivar el mal fu…aquí te dejo la mía de hoy!
¡Que la música te acompañe!