¿Te has comprometido ya?

propositos

Dice el poema: “tres eran tres las hijas de Elena, tres eran tres, y ninguna fue buena”. Y en mi caso, tres, fueron tres, las semanas en las que me puse buena, fina y de «hincheta«…

Me despedí hace ya más de un mes del 2015 a través del blog, con la intención de desconectar y disfrutar de mis merecidas vacaciones. Y vaya si las disfruté. Las comencé con el firme propósito que me hago todos los años y todas las veces que me voy de vacaciones: cuidarme sin caer en la gula de empalmar desayunos con comidas y comidas con cenas. Y no sólo eso, sino que además, esta vez sí que iba a ser capaz de mantener mis rutinas de ejercicio…¿Te suena, verdad? Pues eso, tres semanas de hincharme a comer, beber y cero deporte. Y cuando digo cero, es CERO, “null”, ausencia total. Aunque tengo que reconocer que, para tranquilidad del ligero remordimiento que asomaba por mi mente en los escasos momentos de descanso que tuve, decidí considerar deporte el andar de un lado a otro sin parar, quedando con unos y con otros y llevando a mis bichos a cualquier evento navideño.

Total, que ahora, después de casi un mes desde mi vuelta, ya tengo claro y semiasumido que también serán tres los meses que tardaré en recuperar el tipo, cosa que tampoco está del todo mal, porque creo que cuando vuelva a disfrutar de unos días de desconexión y como manda la tradición, llegaré a tiempo de disfrutar a tope de la época de la torrija.

Este año me ha costado, o mejor dicho, me ha dado mucha pereza volver a la rutina después de pasarme tres semanas en mi tierra y dando algún saltito que otro por la península. También me ha costado sentarme a pensar en mis propósitos de año nuevo, pero ya he conseguido hacer los deberes.

Dicen que uno se compromete más a hacer algo cuando lo comparte con los demás…Aun así, podría relatarte unos cuantos propósitos que no he logrado alcanzar a pesar de haberlos gritado a los cuatro vientos. Pero como comparto esa reflexión, voy a aprovechar ahora que son las 5:30 de la mañana y tengo un hueco, para dejar unos cuantos por escrito. Los propósitos personales, los voy a dejar escritos en mi libreta, así que ahí van los que yo denomino “técnicos”:

  • En la categoría de deporte y salud me propongo conseguir hacer una dominada en barra sin goma a lo largo del año. Te reirás, pero llevo ya año y medio para conseguir hacerlas con goma y la cosa no es nada fácil. No sé si este en realidad este es propósito para mí o más bien debería serlo para mi entrenador…así que Ismael, por favor toma nota y no me dejes quedar mal a final de año. Por lo demás, sé que seguiré moviendo el cuerpo mientras pueda, porque no hay mejor medicina para el estado de ánimo que la de mover el trasero y sudar la camiseta.
  • En la categoría de estilo de vida me propongo ser consciente de, allá donde esté y con quien esté, estar al 100%.
  • En la categoría de hogar me propongo ser más ordenada. Sí, un tópico, pero un tópico que ahora que me paso los fines de semana gritando detrás de mis bichos para que ordenen todo lo que ponen por medio, es urgente acatar. Está claro que hay que predicar con el ejemplo.
  • En la categoría de hobbies me propongo aprender algo sobre cómo va esto del WordPress. Llevo ya casi un año escribiendo en este blog y mientras termino de decidir si mantenerlo o no, voy a aprovechar para nutrirme de algunos “blogconsejos” ¡Ya tengo fichado el primer taller de trabajo que quiero hacer en Madrid en unas semanas! También, después de llevar meses escuchando una vocecita en mi cabeza que me lo tararea de vez en cuando, me propongo retomar el estudio de ruso o chino.
  • En la categoría de negocios y economía he decidido no ponerme grandes retos. Me conformo con ahorrar algo a fin de mes, eso sí, empezando desde febrero.
  • En la categoría de viajes y tiempo libre me he propuesto seguir como estoy, porque creo que no se puede ser más culo de mal asiento que yo.

Y yo creo que con estos propósitos técnicos voy bien servida, que el que mucho abarca, ya sabemos que poco arrima.

Ahora que soy consciente de mis propósitos y me he comprometido con ellos después de haberlos dejado por escrito, “sólo” será cuestión de seguir tirando de fuerza de voluntad para alcanzarlos.

Y hablando de fuerza de voluntad…Aprovecho para hacer un inciso para todos aquellos perezosos y holgazanes que cuando desisten de hacer algo encuentran consuelo en decir que ellos, pobres, no tienen fuerza de voluntad. Señores, la fuerza de voluntad no se tiene por obra y magia del Espíritu Santo, se trabaja. Así que si eres de esos y a modo de sugerencia, te propondría que en tus propósitos de año nuevo incluyeses el de trabajar tu fuerza de voluntad.

El que no consigue hacer algo, es porque no le ha dado la gana, así que dejemos de disfrazar nuestra falta de ganas con falta de voluntad, venzamos a la pereza y comprometámonos de verdad con nosotros mismos.

Tampoco me vengas con el cuento de la falta de tiempo, que primero de todo, hay que saber gestionarlo, y después está el interés por aprovecharlo.

Y una cosa más, sea lo que sea lo que te propongas hacer, hazlo siempre con música de fondo!

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Feliz fin de semana, feliz fin de mes y Feliz Año Nuevo.

Solidarizar-me/te/nos

solidarizate

¡Ole con ole! ¡Ya tenemos casi todos el arbolito de Navidad luciendo en casa!

En nuestros teléfonos no paran de sonar las notificaciones de “whatsapp” que pretenden organizar nuestra vida durante las Navidades con trillones de comidas, cenas y encuentros varios. Agendas apretadas y falta de tiempo para llegar a todo: comidas familiares; comidas con los amigos de toda la vida y los de la nueva – los padres del cole, los colegas del gym, los de las extraescolares y los del más allá – compras por aquí y compras por allá…

Sí señor, ya es Navidad en El Corte Inglés, en tu casa y en la mía.

A estas alturas de la película algunos ya deciden ser realistas para reconocer que este año tampoco han conseguido dejar de fumar, ni quitarse los kilos de más, ni instalar en sus vidas el método Kakebo para ahorrar algo…Pero seguro que algo de lo que te propusiste el año pasado lo has conseguido. Igual no vas a llegar a correr la San Silvestre, pero ya has creado la rutina de salir dos o tres veces a correr durante la semana; o puede que no hayas llegado al final del año con una talla menos pero que tampoco hayas aumentado, que llegar al 31 de diciembre estando igual que el año pasado ya tiene su mérito…

Seguro que ya has dicho o has oído a quien mencione por ahí la famosa frase de “para el año que viene voy a…”. Pero hay algo que no deberías dejar más y que todavía puedes hacer antes de que acabe el año.

Hoy me he topado en mi Instagram con esta frase de la adorable Madre Teresa que me ha incitado a compartir contigo este post:

never worry about numbers

Para los que este año tampoco os quitáis la espinita de no aprender inglés, y con el permiso de los cientos de miles de traductores que seguramente siguen mi blog, la frase viene a decir lo siguiente: “No te preocupes por la cantidad. Ayuda a una persona cada vez, y empieza siempre por quien esté más cerca de ti”.

Pues sí, amigos, algo que sí podemos hacer antes de que acabe el año es ayudar a los demás. Y como dice la Madre Teresa, no hace falta que hagas la mejor y más grande de las acciones…es suficiente que empieces con quien tienes más cerca…

Hay muchas maneras de ayudar a los demás, multitudes…millones diría yo…Y la verdad es que resulta vergonzoso lo poco que somos capaces de esforzarnos por ayudar a los demás. Es cierto que España puede presumir de ser un país solidario, pero también es verdad que o nos lo dan muy masticadito y fácil de hacer o poco esfuerzo hacemos por nuestra cuenta para arrimar el hombro.

Eso por un lado, y luego por otro, somos los reyes de las excusas. Que si para qué voy a ayudar si luego quién me garantiza a mi que la ayuda llegue; que si para qué vas a apadrinar un niño si el dinero a saber dónde se queda; si casi no tengo tiempo para mí, cómo voy a sacarlo para los demás…Todo esto hablando de solidaridad en palabras mayores, pero si bajamos a la realidad de nuestro día a día, tres cuartos de lo mismo…¡Si a veces, a la hora de echar una mano a alguien, casi que nos resulta más fácil echársela al cuello!

Pues eso queridos. Puede que mi mensaje de hoy resulte un poco moñas pero si con mi anterior post brindaba por vivir la Navidad como si fuésemos niños, con este quiero me encantaría tocar tu tecla de la solidaridad, para que vivas la experiencia de ayudar a alguien a pasar unas mejores fiestas. Cuesta encontrar tiempo para ser solidario, pero cuando empiezas y ves lo fácil que es intentar arrimar el hombro solo con tu presencia, tus manos y tus conocimientos, no te perdonas el no haber empezado antes.

No hace falta que te conviertas en la Madre Teresa, sólo tienes que convertirte en la mejor versión de ti mismo.

Navega un poco entre las diferentes opciones que tienes para colaborar con los demás y encontrarás la que mejor encaje contigo y con tu disponibilidad. Puedes elegir ser miembro de una ONG, apadrinar un niño, colaborar con campañas de recogidas; puedes decidir hacer compañía a enfermos o personas mayores; o puede que aportes tu granito de arena haciendo colaboración virtual, traduciendo las revistas de las ONG, o dando asistencia administrativa desde casa. Quizás decidas cuidar un poco más al mendigo con el que te cruzas a diario; o quizás prefieras montar tu propia ONG…¿Qué se yo?, maneras de ayudar hay tantas como cabezas pensantes.

Ya sé que tu agenda está repleta de eventos, pero sólo se necesitas unas manos, una cabeza y sacrificar un poco de tu tiempo propio para conseguir que las Navidades de los demás sean especiales.

Tengo que reconocer que llevaba tiempo queriendo escribir sobre lo bien que estaría que todos fuésemos un poquito más solidarios, pero había una parte de mi a la que tengo que reconocer que le daba vergüenza hacerlo, porque ¿quién soy yo para hablar de solidaridad a los demás? Pero también es cierto que porqué no. Yo sé que siempre puedo hacer más por los demás, llevo unos años tomado consciencia de ello y estoy decidida a comprometerme conmigo misma a hacerlo. Ahora decide tú.

Y como me gusta despedirme de mis entradas con algún buen video, aquí te dejo este que he visto multitud de veces y que refleja muy bien de lo que se trata cuando hablamos de solidaridad:

play video solidaridad