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¡Ole con ole! ¡Ya tenemos casi todos el arbolito de Navidad luciendo en casa!

En nuestros teléfonos no paran de sonar las notificaciones de “whatsapp” que pretenden organizar nuestra vida durante las Navidades con trillones de comidas, cenas y encuentros varios. Agendas apretadas y falta de tiempo para llegar a todo: comidas familiares; comidas con los amigos de toda la vida y los de la nueva – los padres del cole, los colegas del gym, los de las extraescolares y los del más allá – compras por aquí y compras por allá…

Sí señor, ya es Navidad en El Corte Inglés, en tu casa y en la mía.

A estas alturas de la película algunos ya deciden ser realistas para reconocer que este año tampoco han conseguido dejar de fumar, ni quitarse los kilos de más, ni instalar en sus vidas el método Kakebo para ahorrar algo…Pero seguro que algo de lo que te propusiste el año pasado lo has conseguido. Igual no vas a llegar a correr la San Silvestre, pero ya has creado la rutina de salir dos o tres veces a correr durante la semana; o puede que no hayas llegado al final del año con una talla menos pero que tampoco hayas aumentado, que llegar al 31 de diciembre estando igual que el año pasado ya tiene su mérito…

Seguro que ya has dicho o has oído a quien mencione por ahí la famosa frase de “para el año que viene voy a…”. Pero hay algo que no deberías dejar más y que todavía puedes hacer antes de que acabe el año.

Hoy me he topado en mi Instagram con esta frase de la adorable Madre Teresa que me ha incitado a compartir contigo este post:

never worry about numbers

Para los que este año tampoco os quitáis la espinita de no aprender inglés, y con el permiso de los cientos de miles de traductores que seguramente siguen mi blog, la frase viene a decir lo siguiente: “No te preocupes por la cantidad. Ayuda a una persona cada vez, y empieza siempre por quien esté más cerca de ti”.

Pues sí, amigos, algo que sí podemos hacer antes de que acabe el año es ayudar a los demás. Y como dice la Madre Teresa, no hace falta que hagas la mejor y más grande de las acciones…es suficiente que empieces con quien tienes más cerca…

Hay muchas maneras de ayudar a los demás, multitudes…millones diría yo…Y la verdad es que resulta vergonzoso lo poco que somos capaces de esforzarnos por ayudar a los demás. Es cierto que España puede presumir de ser un país solidario, pero también es verdad que o nos lo dan muy masticadito y fácil de hacer o poco esfuerzo hacemos por nuestra cuenta para arrimar el hombro.

Eso por un lado, y luego por otro, somos los reyes de las excusas. Que si para qué voy a ayudar si luego quién me garantiza a mi que la ayuda llegue; que si para qué vas a apadrinar un niño si el dinero a saber dónde se queda; si casi no tengo tiempo para mí, cómo voy a sacarlo para los demás…Todo esto hablando de solidaridad en palabras mayores, pero si bajamos a la realidad de nuestro día a día, tres cuartos de lo mismo…¡Si a veces, a la hora de echar una mano a alguien, casi que nos resulta más fácil echársela al cuello!

Pues eso queridos. Puede que mi mensaje de hoy resulte un poco moñas pero si con mi anterior post brindaba por vivir la Navidad como si fuésemos niños, con este quiero me encantaría tocar tu tecla de la solidaridad, para que vivas la experiencia de ayudar a alguien a pasar unas mejores fiestas. Cuesta encontrar tiempo para ser solidario, pero cuando empiezas y ves lo fácil que es intentar arrimar el hombro solo con tu presencia, tus manos y tus conocimientos, no te perdonas el no haber empezado antes.

No hace falta que te conviertas en la Madre Teresa, sólo tienes que convertirte en la mejor versión de ti mismo.

Navega un poco entre las diferentes opciones que tienes para colaborar con los demás y encontrarás la que mejor encaje contigo y con tu disponibilidad. Puedes elegir ser miembro de una ONG, apadrinar un niño, colaborar con campañas de recogidas; puedes decidir hacer compañía a enfermos o personas mayores; o puede que aportes tu granito de arena haciendo colaboración virtual, traduciendo las revistas de las ONG, o dando asistencia administrativa desde casa. Quizás decidas cuidar un poco más al mendigo con el que te cruzas a diario; o quizás prefieras montar tu propia ONG…¿Qué se yo?, maneras de ayudar hay tantas como cabezas pensantes.

Ya sé que tu agenda está repleta de eventos, pero sólo se necesitas unas manos, una cabeza y sacrificar un poco de tu tiempo propio para conseguir que las Navidades de los demás sean especiales.

Tengo que reconocer que llevaba tiempo queriendo escribir sobre lo bien que estaría que todos fuésemos un poquito más solidarios, pero había una parte de mi a la que tengo que reconocer que le daba vergüenza hacerlo, porque ¿quién soy yo para hablar de solidaridad a los demás? Pero también es cierto que porqué no. Yo sé que siempre puedo hacer más por los demás, llevo unos años tomado consciencia de ello y estoy decidida a comprometerme conmigo misma a hacerlo. Ahora decide tú.

Y como me gusta despedirme de mis entradas con algún buen video, aquí te dejo este que he visto multitud de veces y que refleja muy bien de lo que se trata cuando hablamos de solidaridad:

play video solidaridad

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