«Regreso al futuro II» y cosas de niños.


reloj regreso al fut

Podría dedicar este post a comentar que esta semana empiezo con mi nueva década, la “década prodigiosa” de los 40, pero no…Lo que de verdad ha llegado esta semana, es ese famoso 21 de octubre de 2015 que, hace más de veinticinco años, visualizábamos todos a través de una de las películas más famosas de mi infancia – madre mía, ¡si es que ya cumplo cuarenta! Estoy hablando de lo mismo que comentan hoy todos los medios, de “Regreso al futuro II”.

Cuando nuestro querido Michael J.Fox se aventuró a ver el futuro a través de los ojos de Marty McFly, llegó también a mis ojos un futuro muy diferente al que vivo hoy. Coches que volaban, zapatillas que se ajustaban solas, patinetes sin ruedas…Aunque son muchas las relaciones que existen con el mundo de hoy cuando vuelves a ver la película ahora – videoconferencias, imágenes 3D, detectores de huellas dactilares…- es cierto que muchas cosas que hace casi treinta años se veían como futuristas hoy se siguen viendo igual de lejanas.

Recuerdo que de pequeña, cada vez que hacía un dibujo futurista, aparte de ser bastante mediocre porque siempre he dibujado fatal, en él aparecían coches voladores, personas con zapatillas voladoras, supermercados en el espacio…

Hoy, cuando iba con la tropa – cuatro niñas y yo – camino del colegio, les he preguntado a ellas cómo se imaginaban el futuro. El resultado ha sido que justo lo veían igualito que Marty McFly, que yo y probablemente que los hijos que tengan ellas – dentro de otra veintena de años como mínimo, espero. Una hablaba de coches voladores; otra de zapatillas con cohetes y alas; todas estaban de acuerdo en que sería un robot quien recogería los juguetes; entre la mayor y yo dotábamos a la ropa de aptitudes para hablar y decirte qué ponerte cada día…

He disfrutado mucho comprobando cómo su visión del mundo futurista era muy similar a la que tenía yo a su edad, viendo como volaba su imaginación y empezaban a soñar cosas que ellas están convencidas de que pasarán en unos años y de las que yo tengo mis dudas. No hay nada como la cabeza de un niño para soñar e imaginar cosas aparentemente inalcanzables y que de repente un día uno consigue. Mentes libres de prejuicios y pensamientos guiados pero que, poco a poco, van llenándose de barreras y bloqueos.

Quizá si nos acostumbramos a pensar más como niños para dejar volar nuestra imaginación, podemos ser capaces de llegar más lejos, de lograr cosas que aparentemente nos puedan resultar inalcanzables; capaces de llegar a un futuro que, aunque no tenga coches voladores, sea el futuro con el que sueña cada uno de nosotros.

Y para eso, dos consejos. El primero, que hables mucho con los niños; con los tuyos y con los de los demás. Pero no hables sólo para dar órdenes y organizar, “pierde el tiempo con ellos”, pídeles opinión sobre cómo harían ellos las cosas o trata de averiguar qué punto de vista te pueden aportar ante una circunstancia determinada.

El otro consejo es que dejes de lado tu sentido del ridículo y los imites; no en el sentido de cogerte una pataleta y liarla en el súper porque no te compren chocolate. Imítalos en el sentido de no ver el miedo a la hora de aprender y evolucionar.

Yo creo que escuchar e imitar a los niños cuando somos mayores nos ayuda a seguir creciendo. Tenemos la ventaja de poder ser niños pero con la sabiduría de las experiencias vividas con el paso de los años.

Quien tiene hijos, en algún momento ha dicho la famosa frase “este sabe más que Lepe”…Pues bien, si eso es cierto y tienes niños a tu alrededor, estás perdiendo una gran oportunidad de aprender si no te acercas mucho a ellos.saben mas que lepe

El mundo está lleno de futbolistas que deseaban serlo desde niños; médicos que por vocación pasaron años aferrados a un sueño hasta aprobar el MIR; cantantes que pese a fracasar con la entrega de muchas de sus maquetas, por fin llegaron a vivir el soñado día en que alguien se interesó por ellos. Mi suegra decidió estudiar inglés con sesenta años; mi madre maneja su Tablet y su Smartphone perfectamente porque cuando vio que sus hijos compartían un chat de Whatsapp, ella también quiso formar parte de eso; mi marido no tuvo miedo cuando hace dieciséis años decidió abandonar un país donde su futuro era incierto, para aventurarse a probar suerte cruzando el charco; Toñi decidió un día que trabajar en la televisión no era lo suyo y buscó otra salida laboral volviendo a estudiar; Paco empezó a correr para retomar el deporte hace tres años y ya ha superado su tercer Ironman; Angélica decidió un día reinventarse para volver al mercado laboral y se sacó su carrera mientras criaba a sus dos gemelos para poder volver a formar parte de una empresa, que además la contrató (después de volver a ser becaria a los treinta y tantos); mi amiga Alicia, a sus cuarenta años, acaba de cumplir su sueño de ser madre…Y así podría seguir contando los logros de todas las personas que conozco, amigos y familiares hasta llegar a escribir mi segundo libro…

Tú, que estás leyendo esto, sé que también te has sentido orgulloso u orgullosa en algún momento, porque un día pensaste romper las barreras y bloqueos mentales que tenías para conseguir hacer algo que hasta ese momento creías imposible: coser, correr, pintar, estudiar, emprender tu propio negocio…

Todos en algún momento de nuestra vida – y espero que sea muy a menudo – hemos soñado con algo como si fuéramos niños; hemos sido capaces de vencer nuestro miedo, olvidar nuestra vergüenza y superar las cuestas del camino hasta conseguir disfrutar del sabor del éxito cuando alcanzamos ese sueño.

Como “Regreso al futuro 2”, ha habido y habrá multitud de películas futuristas, pero sólo tú, escuchando a tu niño y sabio interiores, tienes la suerte de escribir sobre el futuro que formará parte de tu película.

Y ahora sí, te dejo disfrutar de nuevo de la película completa, pero con un video de sólo trece minutos de duración…¡cosas del futuro!

video regreso al futuro

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