Esta semana voy a empezar cada día con esta pregunta: ¿por qué no?
A ti te invito a que, desde ahora, te plantees el día y la semana de otra manera, desde que te levantes hasta que te acuestes. Vamos a tirar la rutina por la ventana, y vamos a llenar el día de “por qué noes”.
A menudo nos quejamos de la falta de tiempo o de lo cansados que estamos de hacer todos los días lo mismo…Sería muy utópico decirte que intentes hacer algo nuevo cada día. Son muchas las obligaciones que acaparan nuestras agendas, físicas y virtuales: levantarte dos horas antes de ir al colegio para que te dé tiempo a ordenar, preparar desayunos, almuerzos y, con mucha suerte, poder sacar tiempo para sentarte a ojear una revista en el trono antes de salir de casa hasta a saber qué hora – que el apretón fuera de casa no le gusta a nadie. Luego, despacha a tus criaturas dirección al colegio, trabaja, come, trabaja, sal a por los niños y márcate la gincana de actividades extraescolares y compras urgentes – porque esta mañana has agotado el último cartón de leche y no te ha quedado otra que empezar a tirar de servilletas de papel para limpiarte el culo. Después, intenta llegar a casa con tiempo para duchas, cenas y cuentos antes de poderte calzar las zapatillas para sumarte al carro de la vida sana, o en mi caso, al de quemar todas las calorías acumuladas durante el fin de semana antes de que vuelva a ser viernes. Y al día siguiente, ¡vueeeeeeelta a empezar!
¿Y si hacemos algo de manera diferente? ¿Por qué no desayunar esos huevos revueltos que tanto te gusta tomar cuando desayunas de buffet?, ¿por qué no trabajas con música, o pruebas a sentarte en una mesa diferente a comer?; o si no ¿has probado a dedicar cinco minutos para agradecer a alguien las cosas que hace por ti?, ¿por qué no saltarte un día la extraescolar e invitar a tu peque a merendar por ahí?, ¿por qué no aprovechas, mientras el peque está en inglés, futbol, o ballet para ponerte las zapas hacer algo de ejercicio? – total, mientras siga habiendo servilletas de papel en casa…; ¿por qué no te das después el capricho de no cocinar y que los niños se hagan su propia cena o simplemente terminar haciendo huevos pasados por agua, de los que mi madre me hacía con tanta delicadeza de pequeña y ahora yo soy capaz de cocinar en 0,40 segundos a potencia máxima en el microondas?, ¿por qué no saltarte el cuento y saltarte el deporte y ponerte esa mascarilla que lleva 15 días comprada sin estrenar mientras te relajas tirada en tu cama con música de spa de fondo?…¿por qué no empezamos por dejar de quejarnos hoy e intentamos disfrutar el día al máximo?
Es lunes, día oficialmente instaurado en los calendarios para empezar dietas y retomar gimnasios. Pero puede ser el lunes de muchas cosas más.
Me despido, deseando que seas capaz de convertir tu semana ordinaria en extraordinaria y arranco el día de hoy con el propósito de acumular un euro por cada queja que manifieste, ¡a ver cómo me va!